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La enfermedad celíaca o celiaquía es un trastorno autoinmune a largo plazo que afecta principalmente al intestino delgado. Los síntomas clásicos incluyen problemas gastrointestinales como diarrea crónica, distensión abdominal, malabsorción, pérdida del apetito y, entre los niños, falta de crecimiento normal. Esto a menudo comienza entre los seis meses y los dos años de edad. Los síntomas no clásicos son más comunes, especialmente en personas mayores de dos años. Puede haber síntomas gastrointestinales leves o ausentes, un gran número de síntomas que involucran cualquier parte del cuerpo o ningún síntoma obvio. La enfermedad celíaca se describió por primera vez en la infancia; sin embargo, puede desarrollarse a cualquier edad. Se asocia con otras enfermedades autoinmunes, como la diabetes mellitus tipo 1 y la tiroiditis, entre otras.
La enfermedad celíaca es causada por una reacción al gluten, un grupo de proteínas que se encuentran en el trigo y en otros granos como la cebada y el centeno. Se toleran cantidades moderadas de avena, libre de contaminación con otros granos que contengan gluten. La aparición de problemas puede depender de la variedad de avena. Ocurre en personas que están predispuestas genéticamente. Al exponerse al gluten, una respuesta inmune anormal puede llevar a la producción de varios autoanticuerpos diferentes que pueden afectar a varios órganos diferentes. En el intestino delgado, esto causa una reacción inflamatoria y puede producir acortamiento de las vellosidades que recubren el intestino delgado (atrofia vellositaria). Esto afecta a la absorción de nutrientes, lo que con frecuencia conduce a la anemia.
El diagnóstico se realiza normalmente mediante una combinación de pruebas de anticuerpos sanguíneos y biopsias intestinales, con la ayuda de pruebas genéticas específicas. Hacer el diagnóstico no siempre es sencillo. Con frecuencia, los autoanticuerpos en la sangre son negativos y muchas personas sólo presentan cambios intestinales menores con vellosidades normales. Las personas pueden tener síntomas graves y ser investigadas durante años antes de que se logre un diagnóstico. Cada vez más, el diagnóstico se está haciendo en personas sin síntomas, como resultado del cribado. Sin embargo, las pruebas relativas a los efectos del cribado no son suficientes para determinar su utilidad. Aunque la enfermedad es causada por una intolerancia permanente a las proteínas del gluten, es distinta de la alergia al trigo, que es mucho más rara.
El único tratamiento eficaz conocido es una dieta estricta de por vida sin gluten, que lleva a la recuperación de la mucosa intestinal, mejora los síntomas y reduce el riesgo de desarrollar complicaciones en la mayoría de las personas. Si no se trata, puede provocar cánceres como el linfoma intestinal y un riesgo ligeramente mayor de muerte prematura. Las tasas varían entre las diferentes regiones del mundo, desde 1 en 300 hasta 1 en 40, con un promedio de entre 1 en 100 y 1 en 170 personas. Se estima que el 80% de los casos permanecen sin diagnosticar, generalmente debido a un mínimo o nulo de molestias gastrointestinales y a la falta de conocimiento de los síntomas y de los criterios diagnósticos. La enfermedad celíaca es ligeramente más frecuente en las mujeres que en los hombres. El término «celíaco» proviene del griego κοιλιακός (koiliakós, «abdominal») y fue introducido en el siglo XIX en una traducción de lo que Aretaeus de Capadocia generalmente considera una descripción griega antigua de la enfermedad.